Cuando estuve a punto de terminar mi
vida, en el momento que me disponía a tragarme 20 pastillas para dormir, en ese
momento entro mi madre a mi pieza, ella me miro y me pego en las manos y me
dijo; “Hijo si tú haces eso ¿te imaginas como quedaría yo?, ya perdí a tu padre
y ahora perderte a ti seria el dolor más grande que no se si soportaría y
podría seguir viviendo al lado de tus hermanos. Piensa en tus hermanos en, tu
lela, en el futuro que te espera si te dispones a soñar y lograr algo” Esas
palabras calaron hondo en mi, más que
eso, logro mi madre que yo pensara en el amor a ella, a mis hermanos, hacia mi
familia y pensar en mis sueños mis metas. Muy bien describe Vicktor Frank en
este capítulo la importancia del amor, la felicidad máxima de sentir que tu
madre te ama de tal manera que te hace entrar en razón. Ese día me di cuenta
del amor, de que tenia sueños dentro de mí, que mis hermanos y mi madre tienen
ese apego conmigo tan especial que nos hace ver en el otro las fuerzas y las
ganas de salir adelante...
“la
salvación del hombre solo es posible en el amor, y a través del amor”.