miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cuando se ha perdido todo



Cuando estuve a punto de terminar mi vida, en el momento que me disponía a tragarme 20 pastillas para dormir, en ese momento entro mi madre a mi pieza, ella me miro y me pego en las manos y me dijo; “Hijo si tú haces eso ¿te imaginas como quedaría yo?, ya perdí a tu padre y ahora perderte a ti seria el dolor más grande que no se si soportaría y podría seguir viviendo al lado de tus hermanos. Piensa en tus hermanos en, tu lela, en el futuro que te espera si te dispones a soñar y lograr algo” Esas palabras calaron hondo en  mi, más que eso, logro mi madre que yo pensara en el amor a ella, a mis hermanos, hacia mi familia y pensar en mis sueños mis metas. Muy bien describe Vicktor Frank en este capítulo la importancia del amor, la felicidad máxima de sentir que tu madre te ama de tal manera que te hace entrar en razón. Ese día me di cuenta del amor, de que tenia sueños dentro de mí, que mis hermanos y mi madre tienen ese apego conmigo tan especial que nos hace ver en el otro las fuerzas y las ganas de salir adelante...
“la salvación del hombre solo es posible en el amor, y a través del amor”.

¿Lanzarse contra las alambradas?



Hace 5 años el 11 de agosto del 2006 falleció mi padre, en un accidente en su trabajo. Se incendio la bodega donde trabajaba y el murió calcinado dentro de ella. En esos días posteriores de luto me vi sumergido en la depresión, yo no tenía alambradas tenia pastillas para el sueño en mi velador. Cada vez que las miraba estaba presente el pensamiento del suicidio, la pena de no tener a mi padre, de ver a mi familia destruida, de ser el mayor de 3 hermanos y tener sobre mí la responsabilidad de mi familia. Esto a la larga lleva a pensar en la muerte… Casi me lance contra las alambradas.
“Hay cosas que te hacen perder la razón, a no ser que no tengas ninguna razón que perder”.